Para el manejo y prevención de eczemas en la piel atópica, se recomienda ducharse o bañarse con agua tibia, en lugar de agua caliente, y no prolongar en exceso la ducha. Para la higiene debería utilizarse un gel dermatológico suave, sin jabón y con un pH fisiológico. Después de la ducha se debe secar la piel suavemente.
Los productos utilizados no deben contener detergentes ni jabones alcalinos y es conveniente que su formulación esté pensada para aportar el máximo grado de hidratación, con ingredientes emolientes y regeneradores de la membrana lipídica. Lo ideal es seguir un régimen de higiene sencillo, con un gel de ducha suave e hidratante. El uso de múltiples productos puede agravar la sensibilidad de la piel y provocar rebrotes o empeoramiento de la patología.
En cuanto al estilo de vida, se recomienda aprender a reconocer las situaciones de estrés que provocan la aparición de dermatitis, proteger la piel de humedad excesiva, agentes irritantes y prendas ásperas. Hay que evitar el contacto con polvo, humo de tabaco y alérgenos. En casos de rebrotes de los eczemas, se debe consultar con su médico para aplicar un tratamiento adecuado.