Dice el refrán que la cara es el espejo del alma. Podríamos traducirlo en que la piel es el reflejo de nuestro estado interior. Hoy os vamos a comentar los efectos que el estrés tiene en nuestra piel y daros algunos consejos para combatirlo.
¿Qué hace el estrés en nuestro cuerpo?
El estrés es un estado de cansancio mental provocado por la exigencia de un rendimiento muy superior al normal.
Frente al estrés, el cuerpo produce cortisol, la denominada hormonal del estrés. El organismo reacciona ante el cortisol produciendo otro tipo de hormonas en exceso, lo que produce un desequilibrio hormonal que afecta directamente al estado de la piel.
¿Cómo afecta el estrés a nuestra piel?
El estrés, la tensión nerviosa, produce una reacción inflamatoria en el organismo. En la piel se manifiesta de la siguiente manera:
- Acné. Aumenta la secreción de sebo, obstruyendo los poros y favoreciendo la aparición de granitos. Sus lugares predilectos son la frente, la barbilla, la nariz y la barbilla.
- Piel reactiva. La piel sensible sufre el estrés manifestándose más reactiva y vulnerable. Puede aparecer urticaria.
- Psoriasis. El estrés hace que se debilite el sistema inmunológico, lo que favorece la aparición de psoriasis. La piel se inflama, enrojece, aparecen escamas y se siente ardor.
- Dermatitis atópìca. El estrés puede ser el desencadenante de un brote en las personas que padecen esta patología.
- Envejecimiento prematuro. Hay una disminución de los nutrientes de la piel y una ralentización del flujo sanguíneo que le llega. Esto se traduce en pérdida de luminosidad, aumento de la flacidez y mayor sequedad en la piel.
Consejos para combatir el estrés en la piel
No es fácil eliminar el estrés de nuestras vidas, pero conviene reflexionar y detectar cuál son las causas del estrés que padecemos.
Mientras realizamos ese proceso de introspección, es positivo que tengamos en cuenta algunos consejos que nos ayudarán a disminuir los efectos dañinos del exceso de tensión en nuestro organismo:
- Dedicarnos media hora a la semana para realizar una actividad que nos sea placentera.
- Practicar hábitos de vida saludable. Os recordamos nuestro post dedicado a las ventajas del bienestar para la piel.
- Tener una rutina diaria en la que incluyamos el cuidado de la piel. La limpieza y la correcta hidratación ayudan a combatir los efectos del estrés, sin olvidar exfoliar la piel una vez a la semana.
- Realizar ejercicio físico moderado, pero de forma habitual. Nos ayudará a oxigenar cuerpo y mente.
- Beber al menos dos litros de agua al día.
- Descansar bien. Dormir es uno de los tratamientos de belleza más efectivos y baratos ya que es durante la noche cuando se realiza la renovación celular.
Cuida tu bienestar, fomenta hábitos de vida saludables y aprende a disfrutar de los pequeños momentos. Tu salud te lo agradecerá y tu piel lo demostrará