La piel es el revestimiento que cubre la totalidad de la superficie corporal y el órgano más extenso del cuerpo, con una superficie aproximada de 2m2 (dependiendo de la altura y peso de la persona).
En la piel se distinguen tres capas bien diferenciadas, de fuera hacia el interior:
- Epidermis
- Dermis
- Hipodermis o tejido subcutáneo
Además, posee otras estructuras como: pelo, uñas, glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas.
Es la capa más externa de la piel que, está formada a su vez por varias capas. Actúa como barrera protectora del cuerpo frente a los agentes externos.
La epidermis está cubierta por la película o manto hidrolipídico, que es una mezcla de sebo y sudor.
Por los distintos poros de la piel llegan a la superficie cutánea dos sustancias: el sebo, producido por las glándulas sebáceas; y, el sudor que segregan las glándulas sudoríparas. Cuando llegan a la superficie de la piel, ambas secreciones se mezclan formando la emulsión que conocemos como película o manto hidrolipídico, indispensable para mantener el grado de hidratación cutánea y que confiere el aspecto y textura suave de nuestra piel.
Las funciones de manto hidrolipídico son la de hidratar la piel y la de barrera para impedir la penetración de gérmenes gracias a las propiedades antifúngicas y bacteriostáticas; ello es debido a su pH ácido (4,5-5,9). Constituye también una barrera contra las radiaciones ultravioletas del sol, retrasando así el envejecimiento de origen actínico.
Proporciona resistencia y elasticidad a la piel, siendo la estructura de soporte de la misma, nutriendo desde el interior las capas más externas de la piel y protegiéndola de daños externos. Alberga la mayoría de receptores táctiles.
A medida que pasan los años, la producción natural de elastina y colágeno disminuyen, por lo que disminuye la capacidad de la piel para retener agua, apareciendo las arrugas.
Los agentes externos como el sol, aceleran este proceso.
Se le conoce también como subcutis.
Sirve de almacén de energía, además de aislante térmico y de protector mecánico frente a golpes.
Funciónes generales de la piel
Los diversos integrantes de la piel desempeñan las siguientes funciones:
- Representa una barrera protectora contra la invasión de microorganismos y contra la acción de agentes mecánicos, químicos, térmicos y osmóticos.
La capa córnea de la epidermis y su manto ácido forman una barrera frente a bacterias y hongos y las .células adiposas de la hipodermis aíslan el cuerpo del frío y el calor, al mismo tiempo que proporcionan un almohadillado que actúa como absorbente de los choques. Tiene asimismo poder de regeneración gracias a las células de la dermis, pudiendo cicatrizar heridas. - Regula la temperatura corporal mediante la transpiración, la dilatación y la contracción de los vasos sanguíneos y la adaptación del pelo (piel de gallina y erizado del vello).
- Colabora en mantener el equilibrio hídrico: Contiene factores hidratantes naturales (NMF), provenientes de los aceites sebáceos de la capa córnea, incluyendo el ácido láctico y la urea que se fijan al agua y contribuyen a mantener la elasticidad, la firmeza y la flexibilidad de la piel.
- Posee un pigmento, la melanina, encargado de conferirle color a la epidermis y proteger de la radiación ultravioleta, a los tejidos subyacentes.
- Mediante la inervación profusa de la dermis, el organismo capta sensaciones de tacto, calor, frío, presión, dolor, permitiéndole, así, interactuar con el medio ambiente y relacionarlo con el sistema nervioso central.
- A través de los vasos linfáticos y sanguíneos dérmicos, se absorben sustancias que atraviesan la epidermis, como algunos medicamentos (lociones, cremas o pomadas).
- Por acción de la radiación ultravioleta en la dermis se sintetiza la vitamina D, importante en el metabolismo del calcio.
- Ciertas células integrantes de la epidermis (de Langerhans) y linfocitos que arriban a ella, tienen la capacidad de captar antígenos y transferirlos a células efectoras de la respuesta inmunológica, por lo tanto la piel es considerada como un órgano integrante del sistema inmunológico.
- Función psicológica, social y estética: Una piel sana facilita la vida social y de relación del individuo con respecto a su entorno y favorece su autoestima.
pH de la piel
El papel más importante de la piel es su función barrera o de protección frente a agentes externos.
El manto ácido de la piel (parte de la barrera hidrolipídica) nos protege gracias precisamente a la acidez de este medio, desfavorable para los microorganismos.
El pH es la medida del grado de acidez y se mide en una escala del 0 al 14.
Del 1 al 7 es la zona ácida, siendo el 7 el pH neutro correspondiente al agua pura y del 7 al 14 corresponde a pH básicos o alcalinos. El pH del manto ácido de la piel está entre 4,5 y 5,9.
El pH de la mayor parte de la piel del cuerpo se sitúa en 5,5, aunque varía ligeramente de una zona a otra y también según el sexo, siendo ligeramente más ácido en hombres que en mujeres.
Según la edad, los valores del pH desde el nacimiento hasta la pubertad son algo más alcalinos que en el resto de la vida. Hay un marcado aumento de la acidez a partir de la pubertad y nuevamente se ve una leve tendencia a la alcalinidad a mayor edad. No hay diferencias por raza o color de piel.
El pH es levemente más alcalino en los pliegues de las axilas, inguinales e interdigitales; por ello están más desprotegidas frente a factores externos y son más vulnerables.
En general, el pH vaginal se sitúa entre 4 y 5, aunque es variable según la edad de la mujer y va ligado a los cambios hormonales que sufre a lo largo de su vida y del ciclo menstrual. En la niña hasta la pubertad y en la época de la menopausia de la mujer, el pH vaginal se sitúa alrededor de 7.
Si los valores de pH suben hasta valores básicos, el equilibrio de la piel se altera, pierde agua y se deshidrata al no poder sintetizar los lípidos esenciales de la epidermis y la función barrera se ve alterada. Cuando el pH de la superficie es más alcalino, se produce prurito y dermatitis de carácter inespecífico. Cualquier cambio de pH que no sea compensado inmediatamente estimula la piel para producir más ácido para restablecer el equilibrio-el sistema buffer-La capacidad de neutralizar dependerá de la habilidad de las capas más profundas para enviar ácidos a la superficie.
Factores que afectan al pH de la piel
El pH de la piel puede verse alterado por:
1. Factores intrínsecos del organismo
Como se ha comentado, la edad, la zona del cuerpo, factores genéticos y el sexo del individuo, asociado con los cambios hormonales dan lugar a cambios del pH de nuestra piel.
2. Factores externos
Hay factores externos que perjudican nuestra piel o que empeoran su estado y apariencia:
- Lavados muy frecuentes y con agua muy caliente
- Cambios de temperatura y humedad
- Exposición a productos químicos
- Cosméticos inadecuados o con pH básico
- Polución y contaminación ambiental
- Tabaquismo, consumo de alcohol y drogas
- Exposición excesiva al sol o rayos UVA
- Nutrición inadecuada
- Falta de sueño
- Estrés
- Falta de ejercicio
- Ciertas enfermedades
- Ciertos medicamentos y tratamientos médicos
Un estilo de vida sano y la utilización de productos de higiene y de cuidado corporal adecuados para cada zona del cuerpo, ayudarán a mantener el pH natural de la piel para que conserve íntegra su función protectora, lo que de aportará un aspecto saludable.
Tipos de piel
- Piel blanda
Es la que la que se encuentra en los párpados y zonas genitales
- Piel gruesa
Se localiza en los labios, palmas de las manos y plantas de los pies. Con un estrato córneo muy desarrollado y de color más amarillento debido al alto contenido en queratina
- Piel delgada
Propio de mujeres y zonas corporales cubiertas. Con capa córnea fina, con superficie uniforme y poros poco visibles
La piel del dorso de las manos es especialmente delgada
- Piel tónica
La tensa y flexible
- Piel flácida
Es la que ha perdido elasticidad y capacidad de recuperación después de ser sometida a una deformación. La flacidez aumenta con la edad o se presenta tras adelgazamientos bruscos.
- Piel grasa
Presenta una mayor actividad de las glándulas sebáceas
- Piel seca
Debida a una disminución del contenido en agua, dificultando su función barrera.
- Piel normal
Con un manto hidrolipídico en equilibrio con la cantidad de agua y lípidos necesaria
- Piel sensible
Posee un umbral de tolerancia inferior al de la piel normal, sufriendo sensaciones de incomodidad como calor, tirantez, enrojecimiento y es frágil.